Conocido como Kyusho, cuya definición es “punto rápido”, hay quien lo traduce como “primer segundo”, conociéndose más en occidente como “punto vital”, se basa en el estudio de las terminaciones nerviosas que se encuentran repartidas entre los músculos y los huesos del cuerpo humano, para ser aplicadas con fines marciales. En otro aspecto, para profundizar en el conocimiento de los puntos de presión, son muy importantes las teorías de la Medicina Tradicional China, donde la buena armonía del Qí (energía interna), puede verse alterada a través de golpes, presiones o fricciones que destruyen su flujo normal, provocando una serie de reacciones que los practicantes marciales pueden utilizar en sus técnicas de autoprotección.
No ha sido muy extendido al relegarse por los maestros a los alumnos más aventajados aquellas técnicas que profundizan más en la materia. En la mayoría de las disciplinas marciales se estudia y se trabaja sobre los puntos vitales (genitales, cabeza, arterias, articulaciones, etc.), mientras que en el Kyusho Jitsu, los puntos de presión son los protagonistas básicos, pudiendo ser golpeados, friccionados y presionados, pero con un ángulo y dirección determinado. Las innumerable técnicas en las que se pueden utilizar los puntos de presión y su gran contundencia, van a dar una amplio margen de actuación al practicante, que en muchos casos deberá encontrar otros puntos más accesibles, motivado en parte por la constitución física del atacante.
Sobre la historia del Kyusho Jitsu existe en internet suficiente información aunque la principal figura en la expansión de este complemento marcial entre los occidentales es el maestro estadounidense George Dillman del cual el Sifu Fabian Fieiras es 1° Dan y la Escuela Wu Wei su único representante en Argentina.
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